Saltar al contenido

¿Qué es la memoria procedimental y por qué es importante en psicología?

5 de junio de 2024

Imagina que estás aprendiendo a andar en bicicleta. Al principio, te resulta complicado mantener el equilibrio y pedalear al mismo tiempo. Sin embargo, con la práctica constante, pronto logras hacerlo de forma automática, sin siquiera pensarlo. Esto es gracias a la memoria procedimental, un tipo de memoria que juega un papel fundamental en nuestra capacidad para realizar acciones y tareas de manera casi instintiva.

¿Qué es la memoria procedimental?

La memoria procedimental es un tipo de memoria a largo plazo que se encarga de almacenar información sobre cómo realizar habilidades y procedimientos. Se basa en el aprendizaje a través de la repetición y la práctica, permitiéndonos automatizar ciertas acciones y comportamientos.

Este tipo de memoria se diferencia de la memoria declarativa, que se refiere al almacenamiento de hechos y eventos concretos. Mientras que la memoria declarativa nos permite recordar información como fechas, nombres o lugares, la memoria procedimental nos ayuda a ejecutar actividades motoras y cognitivas de forma fluida y casi inconsciente.

Importancia de la memoria procedimental en psicología

En el campo de la psicología, la memoria procedimental desempeña un papel crucial en el aprendizaje, la adquisición de habilidades y la formación de hábitos. Comprender cómo funciona este tipo de memoria nos permite entender mejor cómo nos adaptamos a nuevas situaciones, cómo mejoramos nuestras destrezas y cómo automatizamos ciertas tareas en nuestro día a día.

Por ejemplo, en el ámbito educativo, la memoria procedimental es fundamental para enseñar a los estudiantes habilidades prácticas, como tocar un instrumento musical, practicar un deporte o realizar cálculos matemáticos. Al repetir y practicar estas actividades, los alumnos fortalecen su memoria procedimental y mejoran su rendimiento en dichas áreas.

Ejemplos de memoria procedimental

Para comprender mejor cómo funciona la memoria procedimental, veamos algunos ejemplos cotidianos:

1. Aprender a conducir:

Al principio, conducir un automóvil puede resultar abrumador, con tantas cosas que tener en cuenta al mismo tiempo. Sin embargo, con la práctica constante, los conductores novatos desarrollan habilidades automáticas, como cambiar de marcha, señalizar o estacionar, gracias a su memoria procedimental.

2. Tocar un instrumento musical:

Los músicos experimentados pueden tocar una pieza musical compleja con fluidez y precisión, sin necesidad de leer las notas una por una. Esto se debe a que han entrenado su memoria procedimental para recordar los movimientos y las secuencias necesarias para tocar el instrumento.

En resumen, la memoria procedimental es un componente esencial de nuestro sistema cognitivo que nos permite aprender, mejorar y automatizar habilidades y comportamientos. Al comprender cómo funciona este tipo de memoria, podemos potenciar nuestro aprendizaje y desarrollo personal en diversas áreas de nuestra vida.