Saltar al contenido

¿Qué es la memoria implícita y explícita?

5 de junio de 2024

Imagina que estás caminando por la calle y de repente hueles un aroma que te transporta a un recuerdo de la infancia. Esa conexión instantánea entre el olor y la memoria es un ejemplo de cómo funciona la memoria implícita y explícita en nuestro cerebro. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la memoria implícita y explícita, cómo se diferencian y cómo influyen en nuestra vida diaria.

Memoria implícita

La memoria implícita es aquella que no requiere un esfuerzo consciente para recordarla. Se basa en la experiencia previa y en la repetición de ciertos estímulos que quedan almacenados en nuestro cerebro de forma automática. Por ejemplo, montar en bicicleta o atarse los zapatos son habilidades que aprendemos de forma implícita y que realizamos de manera casi automática.

¿Cómo funciona la memoria implícita?

La memoria implícita se encuentra en regiones del cerebro que controlan los movimientos y las emociones, como el cerebelo y el sistema límbico. Estas memorias suelen ser difíciles de verbalizar, ya que son más sensoriales y emocionales que verbales. Por eso, a menudo recordamos sensaciones, olores o sonidos asociados a experiencias pasadas de forma inconsciente.

Memoria explícita

Por otro lado, la memoria explícita es aquella que requiere un esfuerzo consciente para recordarla. Se divide en dos tipos: la memoria episódica, que se refiere a eventos y experiencias específicas, y la memoria semántica, que se relaciona con el conocimiento general y abstracto. Por ejemplo, recordar tu cumpleaños o saber que París es la capital de Francia son ejemplos de memoria explícita.

¿Cómo funciona la memoria explícita?

La memoria explícita se basa en la codificación, almacenamiento y recuperación de la información de forma consciente. Se activa cuando intentamos recordar conscientemente algo que hemos aprendido o experimentado en el pasado. Este tipo de memoria se encuentra en regiones como el hipocampo y la corteza prefrontal, que son responsables de la formación y recuperación de recuerdos.

En resumen, la memoria implícita y explícita son dos formas diferentes en las que nuestro cerebro almacena y recupera información. Mientras que la memoria implícita se basa en la repetición y la experiencia sensorial, la memoria explícita requiere un esfuerzo consciente y se divide en memoria episódica y semántica. Ambos tipos de memoria son fundamentales para nuestro funcionamiento diario y nos permiten aprender, recordar y adaptarnos a nuestro entorno.

¡Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender mejor qué es la memoria implícita y explícita y cómo influyen en nuestra vida cotidiana!